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Cáncer de pulmón

Quimioterapia para cáncer de pulmón microcítico

La quimioterapia (quimio) consiste en tratamiento con medicamentos contra el cáncer que se pueden inyectar en una vena o administrar por vía oral. Estos medicamentos pasan a través del torrente sanguíneo y llegan hasta casi todas las partes del cuerpo.

¿Cuándo se usa la quimioterapia?

Por lo general, la quimioterapia es parte del tratamiento principal del cáncer de pulmón microcítico (SCLC). Esto se debe a que el cáncer de pulmón microcítico generalmente ya se ha extendido para cuando se descubre, por lo que otros tratamientos como la cirugía o la radioterapia no llegaría a todas las áreas de cáncer.

  • En las personas con cáncer de pulmón microcítico en etapa limitada, la quimioterapia a menudo se administra con radioterapia. Esto se conoce como ±ç³Ü¾±³¾¾±´Ç°ù°ù²¹»å¾±²¹³¦¾±Ã³²Ô.
  • En las personas con cáncer de pulmón microcítico (SCLC) en etapa avanzada, el tratamiento principal es generalmente la quimioterapia junto con inmunoterapia o quimioterapia sola. Algunas veces, también se administra radioterapia.

Es posible que algunos pacientes en mal estado de salud no puedan tolerar dosis intensas de quimioterapia o una combinación de medicamentos. No obstante, la edad avanzada por sí sola no es una razón para evitar la quimioterapia.

Quimioterapia utilizada para tratar el cáncer de pulmón microcítico

Por lo general, el cáncer de pulmón microcítico se trata con combinaciones de medicamentos de quimioterapia. A menudo, las combinaciones que se utilizan para este cáncer  son:

  • Cisplatino y etopósido
  • Carboplatino y etopósido
  • Cisplatino e irinotecan
  • Carboplatino e irinotecan

El lurbinectedin (Zepzelca) es otro medicamento quimioterapéutico que podría emplearse por sí solo en personas cuyo SCLC se haya propagado y que ya hayan probado tratar la enfermedad con cisplatino o carboplatino.

¿Cómo se administra la quimioterapia?

Por lo general, los medicamentos de quimioterapia para el cáncer de pulmón se administran en una vena (vía intravenosa o IV), como una inyección durante unos minutos o como infusión durante un período más prolongado. El tratamiento se puede hacer en un consultorio médico, en una clínica para administrar quimioterapia, o en un hospital.

Para administrar la quimioterapia, a menudo se necesitan vías IV ligeramente más grandes y resistentes, conocidas como catéteres venosos centrales (CVC), dispositivos de acceso venoso central (CVAD) o  líneas centrales. Se utilizan para administrar medicamentos, productos sanguíneos, nutrientes o fluidos directamente en la sangre. Estos catéteres también pueden usarse para la extracción de sangre que se utilizará para realizar pruebas.

Existen muchas clases diferentes de CVC. Los tipos más comunes son la vía central de acceso y la línea PICC.

Los doctores administran la quimioterapia en ciclos, en los que cada período de tratamiento es seguido por un período de descanso para permitir que se recupere de los efectos secundarios de los medicamentos. Con más frecuencia, los ciclos duran de 3 a 4 semanas, y el tratamiento inicial conlleva típicamente de 4 a 6 ciclos. El plan varía en función de los medicamentos que se usen. Por ejemplo, se administran algunos medicamentos solamente el primer día del ciclo de quimioterapia. Otros medicamentos se administran por varios días consecutivos, o una vez por semana. Luego, al final del ciclo, el programa de quimioterapia se repite para comenzar el próximo ciclo.

En los cánceres avanzados, la combinación de quimioterapia inicial es a menudo suministrada en 4 a 6 ciclos, algunas veces en combinación con un medicamento de inmunoterapia. Aparte de esto, los médicos también pueden recomendar  ampliar el tratamiento con un solo medicamento de inmunoterapia en personas que han tenido una buena respuesta a la quimioterapia inicial o cuyos cánceres no han empeorado.

Si el cáncer progresa (empeora) durante el tratamiento o regresa después de finalizar el tratamiento, se pueden tratar otros medicamentos de quimioterapia. La selección de los medicamentos depende hasta cierto punto de cuán pronto el cáncer comienza a crecer nuevamente. (Mientras más tiempo tome el regreso del cáncer, mayores serán las probabilidades de responder al tratamiento adicional).

  • Si el cáncer regresa más de 6 meses después del tratamiento, podría responder nuevamente a los mismos medicamentos de quimioterapia que se administraron la primera vez.
  • Si el cáncer regresa en menos tiempo, o si continúa creciendo durante el tratamiento, resulta poco probable que el tratamiento adicional con los mismos medicamentos sea beneficioso. Si se administra más quimioterapia, la mayoría de los médicos prefiere el tratamiento con un solo medicamento diferente para ayudar a limitar los efectos secundarios. El topotecán es el medicamento que se usa con más frecuencia. Se puede administrar en una vena o como pastillas, aunque también se pueden tratar otros medicamentos.

El cáncer de pulmón microcítico que progresa o regresa puede ser difícil de tratar. Por lo tanto, la participación en un estudio clínico de nuevos tratamientos podría ser una buena opción para algunas personas.

Posibles efectos secundarios de la quimioterapia para el cáncer de pulmón microcítico

Los medicamentos de quimioterapia pueden causar efectos secundarios que dependen del tipo y de la dosis de los medicamentos suministrados, así como del tiempo que se tomen. Algunos efectos secundarios comunes de la quimioterapia son:

  • Caída del cabello
  • Úlceras en la boca
  • Pérdida de apetito o cambios en el peso
  • Náuseas y vómitos
  • Diarrea o estreñimiento

La quimioterapia también puede afectar las células productoras de sangre de la médula ósea, lo que puede causar:

  • Aumento de la probabilidad de infecciones (debido a que hay muy pocos glóbulos blancos)
  • Tendencia a presentar fácilmente sangrados o moretones (debido a que hay muy pocas plaquetas)
  • Cansancio (debido a que hay muy pocos glóbulos rojos)

Estos efectos secundarios generalmente desaparecen después del tratamiento, pero también a menudo hay maneras de aliviarlos. Por ejemplo, se pueden administrar medicamentos para ayudar a prevenir o reducir las náuseas y los vómitos.

Algunos medicamentos pueden causar efectos secundarios específicos. Por ejemplo:

  • Los medicamentos como cisplatino y carboplatino pueden dañar terminaciones nerviosas. A esto se le llama neuropatía periférica. Esto en ocasiones puede derivar en síntomas (principalmente en los pies y las manos) como dolor, ardor, hormigueo, sensibilidad al frío o al calor, y debilidad. En la mayoría de las personas, estos síntomas desaparecen o se alivian después que finalice el tratamiento, pero en algunas personas pueden durar mucho tiempo.
  • Por otro lado, el cisplatino también puede causar daño renal. Para ayudar a prevenir esto, los médicos administran muchos líquidos por vía intravenosa antes y después de cada dosis del medicamento administrado.

Asegúrese de informar al equipo de atención médica sobre cualquier efecto secundario que usted tenga durante la quimioterapia para que pueda ser tratado con prontitud. Es posible que en algunos casos haya que reducir las dosis de medicamentos de quimioterapia o que haya que retrasar o suspender el tratamiento para prevenir que los efectos empeoren.

Para más información sobre quimioterapia, consulte Quimioterapia.

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Actualización más reciente: febrero 18, 2021

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