Aunque conocemos varios de los factores de riesgo del cáncer de hÃgado (consulte Factores de riesgo para el cáncer de hÃgado), solo se entiende parcialmente la manera exacta en que estos factores pueden provocar que las células normales del hÃgado se tornen cancerosas. Algunos de estos factores de riesgo afectan el ADN de las células del hÃgado, lo que puede ocasionar el crecimiento anormal de las células y originar la formación de cánceres.
El ADN es el quÃmico en nuestras células que porta nuestros genes, y que controla cómo funcionan nuestras células. Nos parecemos a nuestros padres porque de ellos proviene nuestro ADN. Sin embargo, el ADN afecta algo más que solo nuestra apariencia.
Algunos genes controlan cuándo las células crecen, se dividen en nuevas células y mueren.
- A los genes que ayudan a las células a crecer y dividirse y a mantenerse vivas se les denominan oncogenes.
- Los genes que mantienen el control de la división celular reparan los errores en el ADN, o que provocan que las células mueran en el momento oportuno se llaman genes supresores de tumores.
Los cambios en el ADN (mutaciones) que activan a los oncogenes o desactivan a los genes supresores de tumores pueden causar los cánceres. Generalmente es necesario que varios genes sufran cambios para que una célula se convierta en cancerosa.
Se sabe que ciertos quÃmicos que causan el cáncer de hÃgado, como las aflatoxinas, dañan el ADN de las células del hÃgado. Por ejemplo, se ha demostrado en algunos estudios que las aflatoxinas pueden dañar al gen supresor TP53, que normalmente tiene como función evitar que las células crezcan demasiado. El daño al gen TP53 puede conducir a un mayor crecimiento de células anormales y a la formación de cáncer.
Los virus de la hepatitis también pueden cambiar el ADN cuando infectan a las células hepáticas. En algunos pacientes, el ADN del virus puede introducirse en el ADN de una célula del hÃgado, donde puede activar los oncogenes de la célula.
El cáncer de hÃgado claramente tiene muchas causas diferentes, y existen sin duda muchos genes diferentes involucrados en su desarrollo. Se espera que una mejor comprensión de cómo los cánceres de hÃgado se originan ayudará a encontrar mejores maneras para prevenir y tratar esta enfermedad.