En la actualidad, la mayoría de las personas con cáncer reciben tratamiento ambulatorio, lo que significa que no tienen que permanecer en el hospital. Pero aun así, a menudo necesitan ayuda, apoyo y aliento.
La amistad y el cáncer
Hay estudios que indican que los sobrevivientes de cáncer que cuentan con apoyo emocional sólido tienden a adaptarse mejor a los cambios causados por el cáncer, tienen una perspectiva más positiva y, a menudo, reportan una mejor calidad de vida. Las investigaciones demuestran que las personas con cáncer necesitan el apoyo de sus amigos. Usted puede tener un gran impacto en la vida de alguien con cáncer.
Los amigos de la gente que tiene cáncer generalmente quieren ayudar, pero no saben qué hacer.
A medida que pasa tiempo con su amigo y aprende más sobre cómo el cáncer está afectando su vida cotidiana, preste atención a otras cosas con las que pueda ayudar. Estas son algunas ideas sobre cómo empezar.
Lo que usted puede hacer: mensajes y llamadas
Asegúrese de que su amigo sepa que es importante para usted. Demuéstrele que le sigue importando a pesar de los cambios en las cosas que puede y no puede hacer o en su apariencia.
- Envíele mensajes breves con frecuencia o hágale llamadas cortas regularmente
- Haga preguntas
- Al terminar una llamada o mensaje, dígale que pronto lo contactará de nuevo y hágalo
- Llame en los horarios que sean convenientes para su amigo o dígale a qué hora lo puede llamar a usted
- Responda a sus mensajes de inmediato
- Pregúntele a la persona encargada de su cuidado diario (cuidador) qué otras cosas podría necesitar
Lo que usted puede hacer: visitas
El cáncer puede aislar mucho a las personas que lo padecen. Intente pasar tiempo con su amigo ya que su visita puede ayudarlo a no pensar en la enfermedad y hacer que se sienta como antes de que el cáncer pasara a tener un papel tan importante en su vida.
- Siempre llame antes de ir de visita y entienda si no lo puede recibir en ese momento.
- Planifique las visitas de manera tal que también sirvan para darle apoyo emocional y físico al cuidador. Quizás pueda quedarse con su amigo mientras el cuidador sale por un par de horas.
- Haga visitas cortas y regulares en vez de hacer visitas largas y poco frecuentes. Es importante entender que la persona con cáncer quizás no quiera hablar, pero puede que tampoco quiera estar sola.
- Comience y termine la visita con un abrazo, un apretón de manos o algún tipo de contacto físico.
- Siempre haga mención de su próxima visita para que su amigo tenga esa ilusión.
- Ofrézcase a traer algún obsequio o bocadillo para compartir.
- Trate de ir de visita cuando no es fin de semana ni día festivo, que es cuando otras personas pueden visitar. Todos los días pueden parecerle iguales a una persona que se queda en la casa la mayor parte del tiempo. Por ejemplo, puede que el martes a la mañana le resulte tan solitario como un sábado a la noche.
- Llévese un crucigrama, un libro o algo que esté tejiendo y hágale compañía a su amigo mientras duerme o mira televisión.
- Escuchen la música que le guste a su amigo, vean su programa de televisión favorito o una película.
- Léale partes de un libro o periódico o busque temas que le interesen en línea y hágale un resumen.
- Pregúntele si está en condiciones y quiere que lo acompañe a hacer una caminata corta.
No tenga miedo de tocar, abrazar o darle la mano a su amigo.
Lo que usted puede hacer: conversación
A mucha gente les preocupa sentir que no saben qué decirle a una persona que tiene cáncer. Recuerde que lo más importante no es lo que dice, sino su presencia y que está dispuesto a escuchar. Trate de escuchar y entender cómo se siente su amigo. Hágale saber que está dispuesto a hablar en cualquier momento que lo desee. En caso de que la persona no tenga ganas de hablar en ese momento, déjele saber que eso también está bien.
- Escuche sin sentir que siempre tiene que responder algo. A veces, lo que la persona más necesita es alguien que escuche con empatía.
- Adapte la conversación a la capacidad de atención de su amigo para que no se sienta abrumado o culpable por no poder hablar.
- Ayude a su amigo a enfocarse en cosas que le provoquen emociones positivas, como los deportes, la religión, los viajes o las mascotas.
- Ayude a su amigo a mantener un rol activo en la amistad pidiéndole consejos, opiniones y haciéndole preguntas, incluso si la respuesta no es la que esperaba.
- Pregúntele si está incómodo y sugiera otras maneras de que esté más a gusto, como usar más almohadas o cambiar los muebles de lugar.
- Hágale cumplidos honestos, como “Hoy te ves descansado”.
- Apoye los sentimientos de su amigo. Permita que exprese sentimientos negativos, que esté retraído o se quede callado. Resista la tentación de cambiar de tema.
- No le insista con que debe "luchar" contra la enfermedad.
- No le diga que está demostrando gran fortaleza ya que podría sentirse obligado a mostrarse fuerte o valiente incluso cuando esté triste o agotado.
- Asegúrese de incluir a su amigo cuando hable con otras personas en la habitación.
- Siempre suponga que su amigo puede escuchar lo que dice, incluso cuando parezca estar dormido o aturdido.
- No le dé consejos sobre temas médicos ni su opinión sobre cosas como la alimentación, las vitaminas y terapias a base de hierbas.
- Respete su decisión de cómo se va a tratar el cáncer, aunque no esté de acuerdo.
- No le recuerde comportamientos pasados que podrían estar relacionados con la enfermedad, como beber alcohol o fumar, ya que algunas personas sienten culpa por ese tipo de cosas.
Hágale preguntas a su amigo, y pídale consejos y opiniones.
Lo que usted puede hacer: recados y proyectos
Muchas personas quieren ayudar a sus amigos cuando pasan por momentos difíciles. Recuerde que el deseo de ayudar y ofrecerse para que puedan contar con usted es lo más importante.
- Ocúpese de inmediato de cualquier trámite o diligencia urgente que necesiten su amigo o el cuidador.
- Hacer recados para el cuidador es tan útil como ocuparse de una diligencia para su amigo.
- Puede que su amigo prefiera que se encargue de los recados regulares y programados, en lugar de hacer menos diligencias que lleven mucho tiempo.
- Planifique los proyectos con anticipación y no empiece hasta no haber hablado con el cuidador.
- Incluya a la persona en los proyectos normales de trabajo, así como en los planes y las actividades sociales. Deje que sea la persona con cáncer quien le diga si dicho compromiso es demasiado para ella.
- Pregunte antes de hacer algo por su compañero de trabajo con cáncer, no importa qué tanto usted crea que le está ayudando. Manténgalo al tanto de lo que ocurre en el trabajo.
Sugerencias:
- Hacer una lista de las tareas. Coordinar con amigos, vecinos y compañeros de trabajo para que ayuden a hacer las tareas de forma regular y semanal. Hay sitios web que pueden ayudar con esto.
- Preparar el almuerzo para su amigo y el cuidador un día a la semana. Si su amigo recibe quimioterapia, pregúntele qué prefiere comer.
- Ayudar con la limpieza de la casa de su amigo durante una hora los sábados.
- Encargarse del cuidado del jardín o césped de la casa de su amigo.
- Cuidar a los niños, las mascotas o las plantas de su amigo.
- Llevar a los niños a clases de música o entrenamiento dos veces por semana.
- Comprar comestibles.
Busque maneras de ayudar con regularidad.
Lo que usted puede hacer: cómo ofrecer apoyo
A algunas personas les resulta difícil aceptar ayuda, incluso cuando la necesitan. Si su amigo rechaza la ayuda, no se sorprenda ni deje que esto lastime sus sentimientos. No es algo personal. Puede que tenga más que ver con una necesidad de mantener su independencia.
- Ofrezca apoyo emocional mediante su presencia y contacto físico.
- Ayude al cuidador. Al hacerlo, estará ayudando a su amigo. Muchas personas temen convertirse en una carga para sus seres queridos.
- Ofrezca ideas prácticas de lo que puede hacer para ayudar y luego impleméntelas.
- Si su amigo necesita equipo médico o dinero para ayudar a cubrir los costos relacionados con el tratamiento, usted puede averiguar si se puede donar algo u organizar maneras de juntar dinero.
Siempre asuma que se necesita su ayuda, aunque haya otras personas ayudando también.
Lo que usted puede hacer: regalos
Busque cosas pequeñas y prácticas que su amigo pueda necesitar o simplemente querer. Piense en cómo es un día típico de su amigo y que podría hacer que sea un poco mejor. Siempre es bueno poder reírse, así que busque también cosas divertidas para su amigo.
- Asegúrese de que los regalos se puedan usar ahora. Generalmente, es mejor hacer regalos chicos con mayor frecuencia que un solo regalo más grande.
- Insista en que no hace falta una nota de agradecimiento.
Sugerencias:
- Calcetines suaves o graciosos
- Bufandas o sombreros divertidos
- Sábanas, toallas o paños suaves y de colores brillantes
- Fundas de almohadas de satén o seda
- Pijamas o una bata
- Artículos de tocador, como jabones y cremas, poco comunes
- Tarjetas postales con timbrado
- Bocadillos o comidas preferidas o inusuales
- Artículos de cuidado personal, como un libro de recursos sobre el cáncer, una almohada especial o una almohadilla térmica
- Un dispositivo para masajes
- Un teléfono inalámbrico pequeño
- Fotografías de amigos
- Un CD o descarga de la música relajante o sonidos de la naturaleza preferidos de su amigo
- Películas cómicas o comedias
- Audiolibros
- Un diario personal o libreta
Todas las personas, sin importar cuán fuertes sean, pueden beneficiarse de contar con un amigo. Su amigo con cáncer necesita su apoyo y poder contar con usted.
Hágale un regalo al cuidador; será tan bienvenido como un regalo para su amigo.
Lo que no debe hacer
- Ofrecer opiniones o consejos no solicitados o emitir juicios.
- Sentir que tiene la obligación de tolerar cambios de humor o muestras violentas de enojo, ya que no debe aceptarse el mal comportamiento ni la conducta abusiva simplemente porque alguien está enfermo.
- Suponer que su compañero de trabajo ya no puede continuar desempeñando sus actividades. Su compañero necesita sentirse como un miembro valioso de la compañía o el departamento.
- Tomar las cosas demasiado personales. Es normal que la persona con cáncer esté más callada de lo normal, que necesite tiempo para estar a solas y que a veces manifieste enojo.
- Tener miedo de hablar de la enfermedad.
- Sentir que siempre tienen que hablar de cáncer. Tal vez su amigo prefiera conversaciones que no tengan que ver con su enfermedad.
- Tener miedo de abrazar o tocar a su amigo, si dicho contacto era parte habitual de su amistad antes de la enfermedad.
- No hacer comentarios que parezcan un reproche. Por ejemplo: evite preguntar sobre comportamientos anteriores o hablar sobre las posibles causas del cáncer. Y al momento de decir “¿cómo estás?”, procure no hacerlo en un tono de “¿qué tan enfermo te sientes hoy?”.
- Decirle a la persona con cáncer “puedo imaginar cómo te sientes”, porque en realidad esto no es posible.
- Estar cerca de alguien con cáncer cuando usted tenga síntomas de alguna infección, fiebre o cualquier otra señal de enfermedad.