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Para preguntas médicas, le animamos a revisar su información con su médico.
El cáncer de tiroides es un tipo de cáncer que se origina en la glándula tiroides. El cáncer se origina cuando las células comienzan a crecer sin control. (Para saber más sobre el origen y la propagación del cáncer consulte ¿Qué es el cáncer?).
La glándula tiroides produce hormonas que ayudan a regular su metabolismo, la frecuencia cardÃaca, la presión arterial y la temperatura corporal.
La glándula tiroides está en la parte frontal del cuello, debajo del cartÃlago tiroideo (la manzana de Adán). En la mayorÃa de las personas no se puede ver o palpar. Esta glándula, en forma de mariposa, tiene dos lóbulos, el lóbulo derecho y el lóbulo izquierdo, que están unidos por una porción angosta de glándula llamado istmo (vea la imagen que sigue).
La glándula tiroidea tiene dos tipos principales de células:
Otras células menos comunes en la glándula tiroidea incluyen las células del sistema inmunitario (linfocitos) y las células de soporte (estromales).
Cada tipo de célula genera diferentes tipos de cáncer. Las diferencias son importantes porque afectan cuán grave es el cáncer y el tipo de tratamiento que se necesita.
En la glándula tiroides se pueden originar muchos tipos de crecimientos y tumores. La mayorÃa de estos son benignos (no cancerosos), pero otros son malignos (cancerosos), es decir, se pueden propagar a los tejidos cercanos y a otras partes del cuerpo.
Los cambios en el tamaño y la forma de la tiroides a menudo se pueden palpar o incluso ver por los pacientes o sus médicos.
Una glándula tiroides anormalmente grande a veces se llama bocio. Algunos bocios son difusos, es decir que toda la glándula está agrandada. Otros bocios son nodulares, lo que significa que la glándula está agrandada y tiene uno o más nódulos (protuberancias). Existen muchas razones por las que la glándula tiroides pudiera estar más grande de lo usual, y en la mayorÃa de los casos esto no es cáncer. Los bocios difusos y nodulares generalmente son causados por un desequilibrio en ciertas hormonas. Por ejemplo, cuando no se obtiene suficiente yodo en la alimentación pueden ocurrir cambios en los niveles hormonales y causar un bocio.
A las masas o protuberancias en la glándula tiroides se les llama nódulos tiroideos. La mayorÃa de los nódulos tiroideos son benignos, pero alrededor de 2 o 3 de 20 son cancerosos. Algunas veces estos nódulos producen demasiada hormona tiroidea que causa hipertiroidismo. Los nódulos que producen demasiada hormona tiroidea casi siempre son benignos.
Las personas pueden presentar nódulos tiroideos a cualquier edad, pero estos se presentan con más frecuencia en adultos de mayor edad. Menos de uno de 10 adultos tiene nódulos tiroideos que pueden ser palpados por un médico. Sin embargo, cuando se observa la tiroides con una ecografÃa, a muchas más personas se les encuentran nódulos que son muy pequeños como para ser palpados, y la mayorÃa de estos son benignos (no cáncer).
La mayorÃa de los nódulos son quistes llenos de lÃquido o de hormona tiroidea almacenada llamada coloide. Los nódulos sólidos tienen poco lÃquido o coloide y tienen más probabilidades de ser cancerosos. Aun asÃ, la mayorÃa de los nódulos sólidos no son cáncer. Algunos tipos de nódulos sólidos, como los adenomas y los nódulos hiperplásicos, tienen demasiadas células, pero estas células no son cancerosas.
Los nódulos tiroideos que son benignos algunas veces no necesitan tratamiento y puede que solo necesiten un seguimiento riguroso siempre y cuando no crezcan o causen sÃntomas. Puede que otros requieran alguna forma de tratamiento.
Los tipos principales de cáncer de tiroides son:
La mayorÃa de los cánceres de tiroides son diferenciados. Las células de estos cánceres se parecen mucho al tejido normal de la tiroides cuando se observan en el laboratorio. Estos cánceres se originan de las células foliculares tiroideas.
Cáncer papilar (también llamado carcinomas papilares o adenocarcinomas papilares): alrededor de 8 de cada 10 cánceres de tiroides son cánceres papilares. Estos cánceres suelen crecer muy lentamente, y por lo general se original en un solo lóbulo de la glándula tiroides. A pesar de que crecen lentamente, los cánceres papilares a menudo se propagan a los ganglios linfáticos en el cuello. Aun cuando estos cánceres se han propagado a los ganglios linfáticos, a menudo se pueden tratar con buenos resultados, y pocas veces causan la muerte.
Hay varios subtipos de cánceres papilares. De estos, el subtipo folicular (también llamado variante folicular-papilar mixta) es más común. Este subtipo tiene el mismo pronóstico favorable que el tipo estándar de cáncer papilar cuando se descubre temprano, y se tratan de la misma manera. Otros subtipos de carcinoma papilar (células altas, células cilÃndricas y esclerosante difuso e insular) no son tan comunes y tienden a crecer y a propagarse más rápidamente.
Cáncer folicular (también llamado carcinoma folicular o adenocarcinoma folicular): el cáncer folicular es el próximo tipo más común, representando alrededor de 1 de cada 10 cánceres de tiroides. Este cáncer es más común en los paÃses donde las personas no reciben suficiente yodo en la alimentación. Por lo general, estos cánceres no se propagan a los ganglios linfáticos, aunque se pueden propagar a otras partes del cuerpo, como los pulmones o los huesos. Probablemente, el pronóstico para el cáncer folicular no es tan favorable como el del cáncer papilar, aunque sigue siendo muy favorable en la mayorÃa de los casos.
Cáncer de células Hürthle (Hurthle) o carcinoma de células oxÃfilas: alrededor del 3% de los cánceres de tiroides son de este tipo que es más difÃcil de encontrar y de tratar.
El cáncer de tiroides medular (MTC) representa aproximadamente un 4% de los cánceres de tiroides. Se origina de las células C de la glándula tiroides que normalmente produce calcitonina, una hormona que ayuda a controlar la cantidad de calcio en la sangre. Algunas veces este cáncer se puede propagar a los ganglios linfáticos, los pulmones o al hÃgado, incluso antes de que se detecte un nódulo tiroideo.
Este tipo de cáncer de tiroides es más difÃcil de descubrir y tratar. Hay dos tipos de cáncer de tiroides medular (MTC):
El carcinoma anaplásico (también llamado carcinoma indiferenciado) es una forma poco común de cáncer de tiroides, representando alrededor de 2% de todos los cánceres de tiroides. Se cree que algunas veces se origina del cáncer papilar o folicular que ya está presente. A este cáncer se le llama indiferenciado debido a que las células cancerosas no se parecen mucho a las células normales de la tiroides. Este cáncer a menudo se propaga rápidamente hacia el cuello y otras partes del cuerpo, y es muy difÃcil de tratar.
Menos del 4% de los cánceres en la tiroides son linfomas de tiroides, sarcomas de tiroides u otros tumores poco comunes.
En la parte trasera, pero adheridas a la glándula tiroides hay cuatro glándulas diminutas llamadas glándulas paratiroideas. Las glándulas paratiroideas ayudan a regular los niveles de calcio en el organismo. Los casos de cánceres de las glándulas paratiroideas son muy pocos, probablemente menos de 100 por año en los Estados Unidos.
El cáncer de paratiroides a menudo se detecta porque causa altos niveles de calcio en la sangre. Esto hace que la persona esté cansada, debilitada y somnolienta. También causan que usted orine mucho, ocasionando deshidratación, lo que puede empeorar la debilidad y la somnolencia. Otros sÃntomas incluyen dolor y fractura de huesos, dolor a causa de cálculos renales, depresión y estreñimiento.
Los cánceres de paratiroides más grandes también se pueden detectar como un nódulo cerca de la tiroides. Independientemente de cuán grande sea el nódulo, el único tratamiento es extirparlo quirúrgicamente. El cáncer de paratiroides resulta más difÃcil de curar que el cáncer de tiroides.
Nuestra información sobre el cáncer de tiroides no cubre el cáncer de paratiroides.
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Actualización más reciente: marzo 14, 2019
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